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El indígena OTAVALEÑO no sólo produce tejidos de calidad y de buen gusto, sino que recorre el Ecuador vendiéndolos pero ahora se ha iniciado la conquista de los mercados europeos, cabe recalcar que sobresale su honradez ya que sabe que es un requisito fundamental para el negocio.

Desde antes de la Colonia el indígena Otavaleño tuvo fama de tejedor y es por eso que cuando llegaron los españoles aprovecharon de esta habilidad técnica y organizaron los famosos Obrajes cuya producción abastecía la Real audiencia de Quito, el Virreinato de Lima y Nueva Granada .

Cabe recalcar que cada comunidad tiene algo de especial para vender: ponchos, chales de algodón de diversas variedades, fajas tejidas con fibra de cabuya, esteras, ollas de barro y otros utensilios de cocina, además verduras, cereales, maíz, frijoles, arbeja, quinua, cebada, trigo, habas, gallinas y otros animales.

En las frías aguas de Lago San Pablo lavan la lana antes de hilarla.

Todos trabajan sean hombres, mujeres y hasta niños para sacar los productos elaborados a la gran feria del Sábado ,en donde se ve la gran concurrencia de gente extranjera que admira el trabajo que se realizaen estas tierras, sin duda alguna las artesanías y los lugares que se pueden visitar hacen de Otavalo un Centro Turístico.

Los tejidos de Otavalo enriquecen la producción de este pueblo laborioso, ya que los telares en superación constante producen nuevos y variados diseños con motivo de nuestro folklore y existe una corriente positiva de comercialización que benefiaci directa e indirectamente a un amplio, teniendo así una amplia demanda en los mercados de América y Europa.

LA FERIA DE LOS SABADOS

Otavalo tiene como atractivo principal su mercado indígena en la “Plaza de los Ponchos”, feria que se realiza todos los días pero con mayor afluencia y variedad el sábado en la mañana; día de feria que se ha convertido en una visita obligatoria para cualquier forastero que disponga del tiempo necesario y quiera acceder de un solo golpe a la feria de venta de animales y alimentos, que empieza al amanecer, y a la de tejidos indígenas, que se activa a medida que avanza la mañana.

Aquí cientos de indígenas otavalos, instalados en la Plaza de Ponchos, exhiben diversos tejidos y textiles, mientras que en los alrededores se ubican artesanos mestizos que ofertan todo tipo de artesanías: joyería, figuras talladas en madera, coloridas aves de palo de balsa, piezas de cerámica flamantemente antiguas, que inclusive reproducen escenas eróticas, collares de mullos destinados a las mujeres indígenas, todo esto envuelto en el bullicio de yerbateros, charlatanes, videntes y demás personajes pintorescos. Por supuesto que en estas ferias está aceptado el regateo.

Otavalo famosa por la producción de sus habitantes, los indígenas otavaleños, quienes se han erigido en símbolo vivo de los ecuatorianos por el mundo.

A nivel de comercio internacional, sin duda la ciudad de Otavalo es la más importante de la provincia y del país en general. Los indígenas otavaleños se han dedicado a las actividades comerciales, especialmente la venta de artesanías ecuatorianas en el exterior.

Con su vestimenta tradicional se les puede ver en todos los países del mundo ofreciendo sus productos, haciendo gala de su hablilidad.